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Agripa y su moneda

Simbología:

Aún no hay consenso en cuanto al significado de las tres espigas de cebada en el reverso, aún se desconoce su significado, pero generalmente las espigas de grano denotan abundancia, en este caso, de cebada porque es uno de los cultivos exclusivos de la zona.

En el anverso de la moneda se puede apreciar un dosel (también conocido como canopia), se trata de un instrumento utilizado en el antiguo Egipto y en Mesopotamia por personas de mayor jerarquía para protegerse del sol, generalmente se necesitaban portadores fuertes para sujetarlos, eran signo de honor y podían ser vistos a grandes distancias. Aunque Agripa no puso su rostro en estas monedas, es seguro que deseaba que la gente lo reconozca como una persona de la realeza.

 

Acerca de la vida de Agripa:

 

Este rey de dinastía herodiana tuvo parientes acerca de los cuales podemos leer en el Nuevo Testamento. Fue nieto de Herodes el Grande, sobrino de Herodes Antipas y hermano de Herodías, responsable en parte de la muerte de Juan el Bautista.

Marco Julio Agripa Herodes I (éste era su nombre completo), Rey de Judea, fue hijo de Berenice y de Aristóbulo. Fue educado en Roma, pero esto no le sirvió para ser un buen administrador de sus bienes, de un día para el otro malgastó prácticamente la totalidad de sus posesiones, por lo que tuvo que acudir a Palestina a vivir bajo la tutela de su tío Herodes Antipas.

Fue Calígula (quién era su amigo) el que le concedió el título de Rey. A la muerte de su tío Filipo desempeñó el cargo de tetrarca en los territorios de Batanea, Iturea y Traconítide, a los que se unió luego los de Lisanias (Abilene), al noroeste de Damasco. Tras ser destituido de su cargo Antipas, a Herodes Agripa I le fueron entregados los territorios de Galilea y de Perea. Con motivo de su estancia en Roma; coincidió con el asesinato de Calígula, y logró del nuevo emperador, Claudio —a quien había recomendado personalmente ante el senado— la concesión de todas las tierras de Palestina, administradas hasta entonces (año 4 d.C.) por procuradores romanos. Herodes Agripa I situó su capital en Jerusalén y tuvo buen cuidado de mantener las costumbres judías, siendo muy estricto; por ello, decretó una persecución contra los cristianos, una de cuyas víctimas fue el apóstol Santiago (Después de la Ascensión del Señor, Santiago emprendió su viaje apostólico que le llevó a predicar el Evangelio hasta la Península Ibérica. Cuando volvió a Jerusalén fue decapitado por Agripa hacia el año 44. Ante el temor a que su cuerpo fuese profanado por los judíos, sus apóstoles, Atanasio y Teodoro, trasladaron sus restos en barca a las costas de Galicia, desembarcando en Iria Flavia, la actual Padrón, y enterrándolo en un lugar cercano. Atanasio y Teodoro quedaron al cuidado de su tumba, y a su muerte, fueron enterrados al lado del apóstol). El libro de los Hechos también nos dice que apresó a Pedro porque veía que ese tipo de cosas les gustaba a los judíos, pero el Señor lo liberó. Al igual que su abuelo Herodes I el Grande, se dedicó a la tarea de reconstruir y embellecer ciudades; ordenó levantar una tercera muralla en Jerusalén que dejó inconclusa por orden del emperador Claudio.

Su muerte es contada por Flavio Josefo, pero también es narrada por San Lucas en el libro de los Hechos de los Apóstoles (los hechos coinciden).

 

Hechos 12; 20 – 24:

Estaba Herodes fuertemente irritado con los de Tiro y Sidón. Estos, de común acuerdo, se le presentaron y habiéndose ganado a Blasto, camarlengo del rey, solicitaban hacer las paces, pues su país se abastecía del país del rey. El día señalado, Herodes, regiamente vestido y sentado en la tribuna, les arengaba. Entonces el pueblo se puso a aclamarle: «¡Es un dios el que habla, no un hombre!» Pero inmediatamente le hirió el Ángel del Señor porque no había dado la gloria a Dios; y convertido en pasto de  gusanos, expiró. Entretanto la Palabra de Dios crecía y se multiplicaba.

 

En el osario de Caifás…

 

Hacia el año 1990, unos obreros trabajaban en la construcción de un camino en el Bosque de la Paz, en una cueva ubicada al sur del Valle de la Gehena (Jerusalén) cuando accidentalmente se encuentran con una tumba del siglo primero, en su interior había doce osarios de piedra caliza y restos de sesenta y tres personas.  El osario más bellamente decorado estaba inscrito con el nombre de José, hijo de Caifás. Ese fue el nombre completo del sumo sacerdote que arrestó a Jesús. Los restos eran de un hombre de 60 años y que pertenecía al Período Romano Primitivo. (Aunque en realidad la tumba de Caifás fue descubierta en el año 1992 por arqueólogos israelíes trabajando en dicha cueva).

La cuestión es que en ese osario no solo había restos humanos, también había objetos muy importantes: dos clavos (que según algunas investigaciones) fueron hechos para utilizarse en crucifixiones y junto a ellos un prutah de Herodes Agripa, se cree que se lo habían puesto en la lengua ajustándose a la tradición griega (el alma paga con la moneda a Caronte, remero del río Aqueronte, para poder cruzar).

Pero, ¿por qué una moneda de Herodes Agripa? Hay quienes creen que se debe a que este rey era visto supuestamente como una deidad, lo podemos leer más arriba en la cita del libro de los Hechos.

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