
La versión de los LXX
La Septuaginta o, en diminutivo, los "LXX" (setenta), constituye la primera traducción de la Ley Mosaica o "Pentateuco" y de los Profetas, a un idioma distinto al hebreo, lengua considerada "sagrada" por los judíos. En los decenios posteriores se sumaron a la Septuaginta el resto de los libros escritos en hebreo antiguo o "paleohebreo" de la Biblia.
El Rey Ptolomeo II Filadelfo fue el segundo faraón de Egipto de la dinastía ptolemaica (285 – 246 a. C.). Según una carta atribuida a un judío helenizado llamado Aristeas, dirigida a su hermano Filócrates, Ptolomeo Filadelfo solicitó al Sumo Sacerdote Eleazar de Jerusalén la presencia de 72 sabios judíos (seis por cada tribu de Israel) con el fin de traducir la Torah (los libros de la Ley hebrea revelada por Yahvé) al griego "koiné" para enriquecer la biblioteca de Alejandría.
El nombre de "Septuaginta" o los “LXX” se origina en el número "redondeado" de sabios que habrían intervenido en la traducción.
El filósofo judío Aristóbulo, que vivió en Alejandría durante el reinado de Ptolomeo VI Filometor (181-145 A. d. C.), confirmó la existencia de la versión de los Setenta con anterioridad a la carta de Aristeas. Aristóbulo atribuyó incluso a Platón el conocimiento de la Ley Mosaica. El filósofo judío Aristóbulo, quien vivió en Alejandría durante el reinado de Faraón Ptolomeo VI Filometor (181-145 a.C.), confirma este dato al referirse a ella en una carta al rey en los siguientes términos:
"[…] la completa traducción de todos los Libros de la Ley (el Pentateuco), en los tiempos del rey Filadelfo, ancestro vuestro […]".
La Iglesia cristiana primitiva adoptó la Septuaginta como "escritura sagrada", sin reserva alguna. La mayoría de los textos del Antiguo Testamento citados por los Evangelistas y los Apóstoles pertenecen a los LXX.